Siempre hay un comienzo

Es cierto que llevo años pensando en hacer un blog, pero durante todo este tiempo no me decidí nunca a comenzarlo. Inicialmente por pereza, aunque posteriormente porque no sabía sobre qué hacer mi blog. En alguna ocasión intenté hacer uno de cocina, pero la verdad es que no me emocionaba escribir sobre cómo preparo la comida en casa (sobre todo porque últimamente sólo utilizo la Thermomix). Así que pensé que debía escribir sobre lo que más sé, geografía y viajes. 

Este tema si que me emociona. Yo, en cierto modo, soy un profesional de Turismo frustrado. Me hubiera gustado dedicarme a ello, pero por cosas del destino que tampoco vienen al caso ahora, estudié Ingeniería Química, así que nada más lejano a turismo. De todas formas, unos años más tarde me propuse volver a retomar esa vocación y empecé a estudiar Turismo en la UNED. Tardé un poco más de lo normal (5 años), pero lo terminé. Así que ahora soy Ingeniero Químico y Diplomado en Turismo. Curiosa mezcla.

Empecé a viajar cuando era bastante pequeño gracias a mis padres. Debía tener 9 o 10 años cuando me llevaron con Pullmantur a "Galicia y costa cantábrica". Y esa fue mi perdición. Ese día comenzó mi verdadera afición por conocer otros lugares. Yo no se si mis padres hubieran sabido lo que supuso aquel viaje para mí, si me hubieran llevado, ya que, en mis viajes posteriores estoy seguro de haberlos tenido más preocupados que contentos por las aventuras que me "inventaba". No obstante, siento que a pesar de su preocupación, siempre estuvieron muy orgullosos cuando yo me encontraba en la otra punta del mundo.

Y eso es lo que yo pretendo con este blog, compartir lo que hice en todos esos lugares perdidos de nuestro pequeño Mundo y que, aunque sea por un ratito, pueda generar en mis lectores algún sentimiento parecido a los que yo sentí cuando estaba perdido por ahí.